Te levantas por la mañana, puede que ya pensando en algún problemilla o en lo que tienes que hacer. Desayunas, haces esas cosas que tienes que hacer, tus obligaciones, tu rutina. Se pasa la mañana de manera aburrida. Llega esa persona que te encanta y que tanto quieres, pasas la tarde con ella, disfrutas, te diviertes, sales por ahí, cenáis juntos. Después peli y a dormir.
Pero al llegar a la cama, te pones a pensar, no puedes dormir, tienes en la cabeza ocupada con algún pensamiento negativo que no te deja en paz. Das vueltas, te pones la radio, lees un rato, te vuelves a acostar, intentas relajarte, das más vueltas... no hay manera.
Entonces te giras y le dices: cielo, no puedo dormir.
Te abraza, te da un beso en la nuca, te coge fuerte por la cintura, te dice que te ama y se duerme respirando junto a tu oído.
Es entonces cuando piensas en el nunca y el para siempre. Sabes que nunca te habías sentido tan bien, tan querida, tan feliz, pero lo mejor de todo es que una gran seguridad te hace pensar que es para siempre.
Jo, me ha encantado. Nunca había leído una reflexión tan sincera sobre las palabras "nunca" y "para siempre", precisamente en el contexto donde esas palabras toman su mayor significado. Enhorabuena! :D
ResponderEliminarTE*!!
Gracias, corazón canela! :)
ResponderEliminarHola cielo, precisamente era eso lo que esperaba que sintieras algun dia..a mi me paso cuando conoci a tu tio
ResponderEliminarBesos de albahaca
Marisol
Es precioso que después de tanto tiempo sigas sintiendo algo tan bonito por él. Y sí, es lo más maravilloso del mundo :D
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