Papá

Os voy a hablar de mi padre.

Mi padre cuenta los mejores chistes del mundo. Mi abuela siempre dice que de pequeño no tenía ninguna gracia y que ahora le ha venido de golpe. Ahora nos hace llorar de risa con sus chistes y sus bromas. Le encanta hacernos reír.

Le apasiona el cine, sobretodo el cine negro. Le encanta Humphrey Bogart. Siempre recuerdo a mi padre cuando veo una imagen de él o de Casablanca. Creo que tiene muy buen gusto para el cine. Todas las películas que me dice que vea me gustan. Aunque últimamente ve muchas películas tontas. Y tiene un fallo en este aspecto, y es que no le cae bien John Cusack, que es algo que creo que dice por llevarme la contraria. Por lo demás tenemos más o menos los mismos gustos. Es un gran admirador de Charles Chaplin y siempre nos dice, a mis hermanos y a mí, una de sus frases cuando lloramos o estamos tristes: si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas. Me gusta utilizarla con otras personas para recordar que él siempre consigue animarnos.

Lo que más le gusta, yo creo que más que el cine incluso, es la música. Pero no cualquier música, sólo la suya, la música que le gustaría poner en su garito en caso de tenerlo. En este tema tengo que cambiar y no hablar de Patxi, sino de Pachangofunk. No podría deciros su grupo favorito porque tiene tantos… Pero sí puedo deciros que si hay una canción que para mi gusto lo define totalmente es Mama said, de Carleen Anderson. Él dice que quiere que suene en su funeral, pero a mí me gusta escucharla ahora y acordarme de él cuando no puedo verlo. Le gusta mucho hacer remixes, así que el año pasado, por su cumpleaños, reunimos algo de dinero entre la familia y le regalamos un pequeño mezclador, con el que ha hecho un remix detrás de otro. Algunos suenan un poco a traca, pero a nosotros nos da igual. A mí desde pequeña me intentó hacer de las suyas en el tema de la música, pero no hubo suerte. Me gusta, pero no como a mis hermanos, con ellos sí que lo consiguió. Mi hermano sigue sus pasos en ese mundo y mi hermana escucha todo lo que hacen. Yo lo hago de vez en cuando, si me lo dicen, pero no quiere decir que no me guste, simplemente no es lo mío.

Pero su gran pasión no es ni el cine ni la música, sino nosotros, sus hijos. Nos quiere con locura y estoy segura de que da y daría cualquier cosa porque fuéramos felices.

Siempre recordaré esas noches en las que él llegaba de trabajar, cansado de todo el día de faena, se tiraba en la alfombra de nuestra antigua casa y estaba hasta que teníamos sueño jugando con nosotros. También recordaré nuestras excursiones en el camión, porque no había dinero para un coche, así que íbamos los cinco en la cabina de su camión. Siempre tiene ganas para estar con nosotros, no importa qué haya pasado o qué tenga que hacer.

Él me ha enseñado a apreciar lo que tengo. Me ha enseñado a admirar la música y el cine. Me ha enseñado a querer a mi familia. A que siempre debo intentar hacer las cosas bien, por mucho que los demás las hagan mal. Me ha enseñado a que haga lo que quiera, pero que en eso que quiera, sea la mejor. Me ha enseñado a levantarme y seguir aún cuando lo he hecho mal, cuando me he equivocado, cuando todo se derrumba. Y, sobre todo, me ha enseñado a que debo hacer lo que siento, lo que deseo, porque si no la vida no tiene sentido.