Carla Sáenz | Crea tu insignia
(Si queréis ver más, éste es mi Facebook)
Me gusta el hombre lija, la horchata, la cerveza, leer en la cama, la playa de noche, dormir muy tapada cuando hace mucho frío, ver cómo las señoras desatienden sus labores domésticas para ver la novela, ir de “after” a una casa que no sea la mía, el Louvre, Disneyland Paris, Benjamin Linus y mis equivocaciones al decir su nombre, la sensación de angustia y esperanza al buscar mi nombre en una lista de admisión o de notas, el estado “desconectado” del Msn, decir frases bestias como “¿virgen esa? Pero si se tiene que sujetar los tampax con celo”, los kebabs, viajar, las mandarinas, el principito, alargar las sílabas al insultar, las señoras que me miran como si fuera una yonki, cuando mi abuela me da dinero a escondidas, las terrazas con sol y cañas, ser feliz, dormir escuchando música, el sofá con mantita y peli, la Paramount Comedy, estar sola en casa, pensar mientras escucho música, la mistela, comer, cantar canciones de anuncios, los Sugus, el “socarraet” de la paella, Youtube, despertarme a mitad de noche y ver que aún tengo horas de sueño por delante, los corazones de fresa y melocotón, la nocilla, dormir escuchando la lluvia, las noches de verano, el jamón serrano, comer la punta del pan de camino a casa, las cosas que no se dicen pero se sienten, oír las canciones que cantan las señoras en la Ruleta de la Suerte, las señoras que salen a la calle con sillas y se montan su próximo “Sálvame Deluxe”, dormir con una camiseta cutre, imaginar cosas aunque sepa que nunca pasarán, los bares en los que el dueño tiene fotos con famosos firmadas, tirar al contenedor de vidrio las botellas para oír cómo se rompen, los “y si…?”, que los chinos vean películas de chinos mientras atienden, reír al intercambiar una mirada en silencio con un amigo, ver como las señoras se asustan cuando el semáforo empieza a parpadear, cuando la gente dice hermoso en lugar de gordo, el Barrio del Carmen, despertarme al lado de la persona que quiero, las señoras que preparan una tortilla de patatas en un momentito, quitar la primera hoja de la lechuga ¡y la segunda también!, desayunar viendo dibujos, encontrar dinero en los bolsillos, cantar en el ascensor cuando llevo los cascos, el anuncio de “iba pa’ hombre pero me quedé en mono”, beber a morro, expresarme con onomatopeyas, decir frases típicas de mis amigos, llevar ropa de otra persona, discutir sobre cosas interesantes cuando todos hemos bebido, ver hombres con las mochilas de Barbie de sus hijas, las expresiones como “pues ya vestruz, parece menterio o como andamios”, poner el “so” delante de un insulto, relajarme poniendo verde con mis amigos a alguien que no soporto, decir “no nos vemos desde el año pasado” el 1 de enero, que la gente bostece cuando otra persona bosteza, inventarme palabras, mojar el cepillo de dientes antes y después de poner la pasta, las personas que predicen el tiempo mejor que el Meteosat, hacer “cucharita”, los bocadillos de nocilla, dormir sin sujetador, ver el reloj y decir “aún me queda un minuto para dormir”, Valencia, el hombre que se emociona en el anuncio de Heineken, dormir 5 minutos más, la Alhambra de Granada aunque nunca la haya visto de cerca, la Playstation, el Metal Gear Solid, la Heineken, los monólogos, ver la página de las Suicide Girls, el Red Bull, la Sexta, Kiss FM, Tuenti, las Oreo y su canción, Vaya Semanita, Pep Guardiola, la Mascletà, las galletas de dinosaurio, las Fallas, Cuatro, cuando en las películas dicen una frase ingeniosa antes de acabar con un enemigo, decir que ya voy sin moverme del sitio, ver la cara de la gente cuando paras un video, reír, comparar situaciones con los Simpson, …
Odio el analfabetismo en los test del Facebook, la gente que en el Msn tiene tantos iconos que no se puede leer una frase seguida, las personas que sólo se lo pasan bien para salir en las fotos de Tilllate, las escaleras en las que siempre tienes que subir con el mismo pie, cruzarme con el profesor de la clase a la que acabo de faltar, cuando descubro que puedo odiar más todavía a alguien que ya odio, cuando alguien dice “ya te pasaré las fotos” y nunca aparecen, empezar a contar algo y que por cambiar de tema 10 veces se me olvide, que se me pegue una canción que no me gusta, no saber dónde empieza el celo, oír el móvil cuando no está sonando, que cuando llamo al Telepizza o similar me pregunten qué quiero cuando sólo puedo elegir pizza ¿qué voy a querer?¿una magdalena?, las faltas de ortografía en textos que las niñas creen bonitos, el precio de la tinta de las impresoras, que ocupen el lugar de la fecha de caducidad para escribir “mire al dorso”, que el “te quiero” se use cuando no se siente, apretar la tecla “ç” cuando voy a dar al “Intro”, la sensación de que voy a morir por deshidratación los domingos por la mañana en la cama, los pantalones para sordos, el uso incorrecto del imperativo, la ropa interior de color carne, que me digan lo que hay en el regalo antes de abrirlo, el buzón de voz, al que dice “Pesi”, no escuchar el nombre de una canción que me encanta en la radio, las etiquetas rojas de alarma en los zapatos, la gente que hace morritos en las fotos, quedarme sin batería en la cámara en un momento importante, la gente joven con ideas fascistas o similares, la gente racista que se tatúa su nombre en chino o árabe porque queda bonito, que las canciones se equivoquen cuando las canto, la gente que se mete en lugares o situaciones ajenas por aburrimiento, abrir un mensaje con ilusión y que sea una promoción, la arena de la playa sobre mi toalla, …
Recuerdo los “a las 5 te esperas”, los “efectiviwonder”, los petit suisse helados, tomar Dalsy para todo, decir “aaaah” frente al ventilador, los crêpes, la barba de tres días, el bar de Moe, el vodka, los “esta es la primera vez que me siento en todo el día” de mi madre y sus “ya que bajas, tira la basura”, los Flax a dos duros, los Bollycaos con cromo, contar el abecedario con las chapas de refresco, los “¿es nuevo? No, lavado con Perlán”, soplar el cartucho del juego cuando no funcionaba, los melones de chuchería, las notitas en clase, poner el dedo para que no me mordieran demasiado el bocata, conversaciones borrachas con taxistas, …
Alguna vez he dejado un “Gracias puta” en la servilleta a una camarera, he puesto cara de interesante cuando en realidad no me importa lo que me cuentan, me he puesto el abrigo sobre el pijama para bajar un momento a la calle, he intentado parar una escalera mecánica con la mano, he improvisado en un examen cuando no sabía qué responder, he insultado a alguien cuando ya ha colgado el teléfono, he hecho gestos de negra chunga, he desayunado pizza del día anterior, he dicho que iba al baño para escapar de alguien en una fiesta, he empujado a mucha gente para llegar a primera fila en un concierto, he dicho “el otro día” cuando hacía más de un año, he dicho que iba al baño y me he ido a casa sin avisar, he dicho “dile que no estoy” gesticulando exageradamente, he fingido ser lesbiana para que me dejara en paz un pesado, he dicho “no, si yo no iba a salir, pero me han liado…”, he organizado mi futuro pensando que tendría un amigo abogado uno médico o uno peluquero, …
Juego a no pisar las rayas del suelo por la calle, ir borracha incrementa mi capacidad para hablar otros idiomas, me conecto a internet cuando llego a casa sin importar lo tarde que sea, duermo más relajada una vez oigo que ha pasado el camión de la basura, leo las pintadas en las puertas de los WC públicos, creo que los duros rebotaban infinitamente mejor que las monedas de cinco céntimos, arranco la hierba del suelo cuando me siento en el césped, siempre me quedé con las ganas de una casa en el árbol, finjo que estaba despierta cuando me llaman por teléfono, creo que nadie hará una fila y saldrá en orden si hay fuego, me encanta haber nacido en los 80, lo último que pienso cuando me viene la regla es “me gusta ser mujer”, violo la nevera al llegar a casa de fiesta, pregunto qué aunque haya escuchado perfectamente, separo los lacasitos por colores, digo frases que sólo mis amigos y yo entendemos, quiero un vestidor como el del anuncio de Heineken, uso el ibuprofeno como algo habitual, hago listas para todo, suelo decir “si eso te llamo” aunque no tenga intención alguna de ir, suelo darme cuenta de que estoy desvariando y me callo, encuentro el orden en mi desorden, suelo mirar el Inicio del Facebook o del Tuenti más de lo que debería, suelo mirar cuando me dicen que no mire, creo que el pegamento de barra no pega y es un pacto creado por las papelerías, me hace gracia cuando la gente firma en el aire al pedir la cuenta en un bar, suelo encontrarme en la cocina cuando quería ir al baño y viceversa, siempre he querido subir a un taxi y decir “siga a ese coche”, creo que el niño de kínder debe tener como 87 años, prefiero 1000 veces el frío al calor, pienso que la ducha es un lugar y un momento de reflexión, me gustaría tener la opción de “agregar como enemigo” en Facebook o Tuenti, creo que Google y Hacendado dominarán el mundo, imagino que el chocolate del anuncio de Lindor cae en mi boca, digo que mataría a mis hermanos aunque en realidad si les pasara algo me moriría, sigo pasando los euros a pesetas para calcular cantidades grandes, suelo confundir sitios con vados, a veces me dan bajones sin motivo alguno, vuelvo al sitio donde estaba para recordar qué iba a hacer, dejo lo que más me gusta del plato para lo último, creo que leer es vital, disfruto viendo jugar al Barça, prefiero perder el tiempo con amigos a perder amigos con el tiempo, nunca me ofrecieron caramelos con droga en la puerta del colegio, suelo tener hambre y no saber de qué, sueño más despierta que dormida, pienso que es extraño haber vivido en 4 décadas diferentes de dos siglos de dos milenios y sólo rondar los 20, no suelo leer las instrucciones de las cosas que compro, pienso que España necesita una revolución, creo firmemente que follar y hacer el amor no es lo mismo, …
Y sobre todas esas cosas, por fin, me gusto yo :D
waaAA mE han dixo que no le gusta NADA!!!!!!!!!
ResponderEliminarjust ME!!!
Ah pues, es sólo una parte xD
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