Cuando escucho esta canción me es inevitable pensar en el pasado.
Mi padre bajaba los cuatro escalones que separaban nuestra casa de la calle, pasando por encima de nuestra gata, a la que le gustaba dormir en el felpudo. Entraba en el garaje silbando y arrancaba el coche, encendiendo el equipo de música. Lady comenzaba a sonar. Entonces mis hermanos, mi madre y yo ya estábamos bajando también los escalones, tras despedirnos de Gristy, que no se movía del felpudo. El blanco y perfecto coche asomaba el morro saliendo del garaje. Todos mirábamos cómo salía, mientras saludábamos a mi abuela y mi tío, asomados al balcón de su casa, en el primer piso, justo encima de nuestra casa. Subíamos al coche y escuchábamos Lady mientras nos movíamos imitando a mi padre. No importaba donde fuéramos, sólo ir en ese coche nos encantaba :)
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