Noche aventurera ^^

Tras preparar la deliciosa cena todos juntos nos dispusimos a comenzar nuestro camino. 10 km antes de nuestro destino la carretera cambió por completo: dejó de ser una carretera para ser... ¡el camino al infierno! La verdad es que yo iba en el centro del coche y no me asusté, pero he de reconocer que debía ser terrorífico ir a uno de los dos lados, sobretodo en el que Alba y Alain iban, por donde podían ver perfectamente los escasos centímetros que habían de separación entre el final de la rueda del coche y el enorme barranco del que no se distinguía el final. El caso es que, un ciclista fantasmagórico-psicópata, una caseta-contenedora y 10 km de pedruscos enormes y barro, llegamos a nuestro esperado paraíso visual. Un mirador desde el que podíamos observar toda (y más) Valencia. También se veía el cielo por completo, clarísimo. Desde aquí contemplamos la preciosa lluvia de estrellas, las Leónidas (au, au, au xD), que nos acompañó durante toda la noche e hizo que todo aquel oscuro lugar fuera menos terrorífico. La noche fue genial, amenizada por chistes cochinos, yo nuncas, canciones infantiles, pueblerinos aburridos que subían a las 4 de la madrugada a pie para despertar a su colega que había ido con la novia a tener una noche romántica, chistes menos cochinos, deliciosa pasta, deliciosas papas, deliciosos chocolates, deliciosas tartas de queso, deliciosas chucherías... ¡Ya! ¡Que me entra hambre! En fin, que fue una noche muy divertida y llena de amistad, fresquíbili y deseos por cumplir... ¡Una estrella! ¡Mira, ahí! :)