Experiencia

En el sentido académico y económico, puede que esta experiencia no haya salido como esperaba. Puede que tuviera demasiadas esperanzas, o que, como dice mi padre, me lanzara a la piscina antes de asegurarme de que hubiera agua. Puede que haya perdido de nuevo el curso, que me haya retrasado un año más en llegar al objetivo. Puede que hiciera las cosas de una manera precipitada, que me arriesgara demasiado. Puede que fuera un gran error a este nivel. Puede que haya fracasado en la búsqueda de una vida económica mejor.

Pero, a nivel personal, esto es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, y eso hace que todo lo demás compense. 

Antes de venir, me sentía triste. Estaba rodeada de gente a la que no estaba segura de si quería. En ocasiones me sentía totalmente sola, aún estando con más gente. Ahora, vivo sola, no podría estar más aislada, y en todo el tiempo que llevo aquí, me he sentido sola realmente pocas veces. Hay momentos en los que no ver a los demás me hace sentir sola, pero en cuanto miro mis paredes, llenas de vuestros recuerdos, pienso en vosotros o relaciono cualquier idea con vosotros, se me ilumina la cara. 

He perdido una gran oportunidad, pero estoy orgullosa de haberlo intentado, porque cada día me animáis y me hacéis seguir intentándolo. Cada día, gracias a vuestras palabras reúno la fuerza necesaria para volver a salir a la calle en busca de algo mejor. 

No me da vergüenza decir que tengo miedo de volver, de encontrarme con esas personas que consideran esto un fracaso, con esas personas que sólo verán lo que he perdido y jamás se darán cuenta de lo que he ganado. 

Esta experiencia me ha permitido acercarme muchísimo a mi familia, he aprendido a quererlos, los he echado de menos, me he acordado de ellos cada día desde que vine. Jamás había leído palabras tan preciosas de mi padre hacia mí, me emociona cada día leerlas, las cartas de mi familia, nunca pensé que me dedicarían algo tan precioso. Mi hermana, que por fin tiene conmigo la confianza que necesitábamos para contarnos esas cosas que se cuentan entre hermanas. Mi hermano, que nunca me había dicho que me quería y ahora no puede parar de hacerlo. Soy muy feliz porque sé que puedo ayudarlos, aunque me gustaría poder estar allí y abrazarlos de vez en cuando. Pero aún con esta distancia, siento que todo está volviendo a su lugar, que estamos cambiando como familia. Que poco a poco todos nos vamos entendiendo y, lo más importante, que empezamos a aprender a expresarnos lo que sentimos los unos por los otros. 

A veces debemos mirar las cosas desde la distancia, observar todo con tranquilidad y, después, actuar como mejor sepamos. Y a mí esta distancia me ha permitido saber lo que los quiero y lo que me quieren. 

Incluso tengo esperanza y espero que también las personas que creemos que no podrán volver a ser como antes, por lo menos lo intenten. Y si entre todos nos ayudamos, conseguiremos hacerlo. Quiero ver sonrisas en cada uno de vuestros rostros, cada día. Papá, Jose, Sandra, Marisol, Tete, Marta, Álex, Rafa, Raquel, Mariano, Mary, Juan Luis, yaya Tina, yaya Pili,... mamá. Podemos hacerlo :) Os quiero. Ya no tengo miedo de volver. Quiero estar a vuestro lado.